domingo, 19 de octubre de 2014

La Atlántida

Atlántida es el nombre de una isla mítica mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón.
Los escritos de Platón sitúan la isla «delante de las Columnas de Hércules la describen como más grande que Libia y Asia juntas  y la señalan como una potencia marítima que 9000 años antes de la época del legislador ateniense Solón habría conquistado gran parte de Europa y el norte de África, siendo sólo detenida por una hipotética Atenas prehelénica, después de lo cual habría desaparecido en el mar a causa de un violento terremoto y de un gran diluvio, «en un solo día y una noche terribles».
La descripción de los textos de Platón y el hecho de que en ellos parece narrarse una historia verdadera, ha llevado a que, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, durante el Romanticismo, se hayan propuesto numerosas conjeturas sobre la existencia y real ubicación de la isla. No obstante, hoy se sabe que el relato presenta anacronismos y datos imposibles, lo que descartaría su verosimilitud literal. Con todo, se admite la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a alguna catástrofe natural.


Descripción de la isla

Los textos de Platón señalan la geografía de la Atlántida como escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga de 3000 por 2000 estadios, rodeada de montañas hasta el mar.7 A mitad de la longitud de la llanura, el relato ubica una montaña baja de todas partes, distante 50 estadios del mar, destacando que fue el hogar de uno de los primeros habitantes de la isla, Evenor, nacido del suelo.
Según el Critias, Evenor tuvo una hija llamada Clito. Cuenta este escrito que Poseidón era el amo y señor de las tierras atlantes, puesto que, cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Poseidón le correspondiera, entre otros lugares, la Atlántida. He aquí la razón de su gran influencia en esta isla. Este dios se enamoró de Clito y para protegerla, o mantenerla cautiva, creó tres anillos de agua en torno de la montaña que habitaba su amada. La pareja tuvo diez hijos, para los cuales el dios dividió la isla en respectivos diez reinos. Al hijo mayor, Atlas o Atlante, le entregó el reino que comprendía la montaña rodeada de círculos de agua, dándole, además, autoridad sobre sus hermanos. En honor a Atlas, la isla entera fue llamada Atlántida y el mar que la circundaba, Atlántico.10 Su hermano gemelo se llamaba Gadiro (Eumelo en griego) y gobernaba el extremo de la isla que se extendía desde las Columnas de Hércules hasta la región que por derivación de su nombre se denominaba Gadírica.
Favorecida por Poseidón, la isla de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco (cobre de montaña) más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (se especula que el relato hace referencia a una aleación natural del cobre). También había grandes bosques que proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, especialmente elefantes; copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra.

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